A veces las cosas se te cruzan por delante como los gatos negros. Los que entienden dicen que el universo es el responsable de poner a cada uno en su sitio, y los que no entendemos decimos que las casualidades existen.
Un cruce perfecto ya sea por a o por b fue descubrir un arte que creíamos desaparecido, porque claro ahora no te planteas de dónde vienen las cosas, todos lo sabemos, vienen de China, como los bebés de París, y así nos va. Un buen día empecé a ver misteriosamente una página que me hablaba de la orfebrería, de las manos artesanas para la bisutería fina, elegante, delicada, y me dio por interesarme, me dio por descubrir un mundo infinito, el de la creatividad hecha materia.
En cualquier cultura y lugar el ser humano necesita adornarse, cubrirse con abalorios que nos hagan sentir mejor, nuestra imagen personal es importante, de hecho habla más de nosotros que nuestras propias palabras, sentirnos guapos y guapas sea cual sea nuestra forma de pensar, nuestro estilo de vida y nuestras condiciones.
En España tenemos en general un estilo de vida envidiado por muchos en el que las fiestas tradicionales nos llevan a engalanarnos y salir a la calle, vestir nuestros trajes regionales, esa riqueza de culturas y costumbres. Noches de gala en hermosos parajes.
En definitiva, ¿de dónde vienen los aderezos, de dónde viene la bisutería?, pues de talleres como el nuestro donde la creatividad se trasforma a través de manos cuidadosas que convierten en en realidad los sueños.
Todos los complementos para la ilusión de representar a nuestras poblaciones, se merecen ser hechos con mimo y dedicación. Ensamblar piezas como notas en una melodía musical. Brillar como las estrellas.
Va a resultar que el universo sí que tiene que ver.